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*Nota de opinión por Facundo Martín

La empresa estatal israelí suscribió acuerdos con diez gobiernos provinciales, con impulso del Ministerio del Interior, para realizar un “Plan Maestro” de manejo del agua, pero la letra de lo firmado no se hizo pública. Desde las comunidades denuncian que se trata de megaobras inconsultas y diseñadas para las empresas. Mekorot fue denunciada por la ONU por violar el derecho al agua del pueblo palestino.

No uno, sino dos fantasmas recorren la Argentina. La sequía de los últimos años afectó prácticamente a la totalidad del territorio nacional y evidenció la grave crisis del cambio climático con impactos muy concretos en el ambiente, la vida humana y la siempre dependiente economía agroexportadora. Pero a conjurar esa tragedia parece haber llegado Mekorot, la empresa estatal de aguas de Israel que desembarcó el año pasado en el país con la promesa de acabar con los problemas de la sequía y, fundamentalmente, la “cultura de la abundancia” que se vive en América Latina, según el coordinador del Proyectos Especiales e Internacionales de la empresa, el argentino Diego Berger.

A cambio de un contrato millonario con el Consejo Federal de Inversiones (CFI), se despliega en el país una fugaz misión hidráulica compuesta de expertos, planes y espejos celestes. Hasta aquí se podría tener un conflicto más como tantos otros. Sin embargo, al tomar en cuenta los pesados antecedentes de Mekorot, el agua empezó a cambiar de color. El hecho de que la empresa haya sido uno de los principales brazos ejecutores de la política de apartheid contra el pueblo de Palestina hizo encender todas las alarmas. La empresa estatal israelí está denunciada por realizar un plan de manejo de agua que controla y limita el acceso a este bien común a los habitantes del territorio palestino.

En abril de 2022, una delegación argentina encabezada por el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, viajó a Israel para conocer en terreno el “modelo israelí” de gestión del agua. El Ministro fue acompañado por gobernadores y representantes de diez provincias, junto con legisladores y funcionarios nacionales. Con la idea polémica de centralizar la gestión del agua a nivel nacional en manos privadas, en ese viaje se selló un acuerdo de cooperación entre el CFI y Mekorot para asistir técnicamente a las provincias en el desarrollo de planes de gestión y desarrollo de infraestructura hídrica en el marco de la denominada Agenda 2025 del organismo de inversiones federal.

Forman parte del acuerdo Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Río Negro, Formosa, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero y Chubut. Esta diversidad geográfica y política parece tener como única estrategia común el aprovechar la oportunidad de “hacer política” con la chapa de Mekorot.

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