El gobernador bonaerense estableció la “línea de largada” de la propuesta política que encabeza, y mostró el músculo que la impulsa. Dirigencia y 40 mil personas en el primer plenario del Movimiento Derecho al Futuro. Convocatoria a un frente bonaerense amplio contra Milei, para que “la motosierra no cruce la General Paz”.
“Hay otro camino, Movimiento Derecho al Futuro”. Los primeros carteles que recibían a las decenas de miles de personas que se movilizaron en la mañana del sábado hasta el camping de UPCN en la localidad de Los Hornos, La Plata, ya marcaban el pulso de la jornada: un llamado hacia una alternativa, un día fundacional. La fundación del kicillofismo.
Desde temprano, los contingentes que se acercaron a la capital bonaerense desde múltiples municipios de la PBA daban la pauta de que la muestra de fuerza del gobernador y su espacio político sería importante. Las dificultades para llegar al predio, estacionar e incluso entrar en alguna de las 10 carpas destinadas a los debates temáticos eran moneda corriente en todas las conversaciones llegando al mediodía. Los pasacalles dispuestos en los alrededores por intendentes, organizaciones políticas, sociales y sindicales ya mostraban un apoyo a Kicillof que más tarde se reflejaría en un escenario colmado y un enjambre de personas diseminadas por los distintos sectores que la organización dispuso en el camping.
Dentro del predio, la primera parada consistía en un amplio espacio con 10 carpas dispuestas en forma rectangular, donde se alojó el fuerte del debate político de la jornada. Las principales referencias nucleadas en MDF, ministros, funcionarios, intendentes y dirigentes políticos se mezclaron con referentes sectoriales y militantes en comisiones temáticas en las que se discutieron líneas de acción para distintos ejes: Economía y Finanzas; Obra Pública y Hábitat; Educación Pública; Salud Pública y Ambiente; Seguridad y Justicia; Producción y Trabajo; Ciencia, Tecnología y Universidad; Mujeres, Diversidades y Juventud; Cultura y Deportes; y Comunidad, Territorio, Jubilados y Niñez.

El formato de plenario con discusión política entre la militancia y los dirigentes es una marca registrada del kicillofismo. El año pasado en Florencio Varela desplegaron el mismo encuentro para comenzar a apuntalar la figura del gobernador y la gestión bonaerense, y ya en 2023 el plenario “Luche y vuelve”, en el que se intentó empujar una candidatura presidencial de CFK, dio inicio a esa dinámica. Este sábado, funcionarios como Carlos Bianco, Andrés Larroque, Gabriel Katopodis, Walter Correa, Augusto COsta, Estela Díaz, Silvina Batakis, Pablo López, Cristian Girard, Javier Alonso, entre otros, encabezaron los intercambios en cada una de las carpas.
TESTIMONIOS
Por su parte, algunos intendentes también se pegaron una vuelta por las comisiones para saludar a la militancia y participar de las discusiones. “Estamos viviendo una jornada increíble que sobrepasó lo que pensábamos, la cantidad de gente que se acercó a participar y escuchar el mensaje esperanzador de este gran frente que está armando el gobernador y que hoy los vecinos acompañan pidiendo que sea el próximo presidente de la Argentina”, comentó a Diagonales Fabián Cagliardi, intendente de Berisso, mientras recorría las comisiones.
Otro de los jefes comunales que más empuja el armado de Kicillof y que también se acercó a las discusiones previas al acto de cierre fue Jorge Ferraresi. El intendente de Avellaneda se expresó en el mismo sentido: “nuestra expectativa fue superada porque la cantidad de compañeros que hay de toda la provincia es impresionante, en una jornada donde se debate, se generan propuestas, y tendrá un cierre de Axel que es el gran opositor al Gobierno nacional porque gobierna todos los días de una manera distinta. Esto es el inicio de la construcción de un futuro que va a ser competitivo a nivel electoral, en septiembre a nivel provincial y en octubre nacional”.
En la previa al discurso del gobernador, distintos referentes fueron comentando sus impresiones sobre el significado de la jornada en su camino a las gradas dispuestas en el escenario, donde unos 40 intendentes, legisladores nacionales y provinciales, dirigentes políticos, sindicales y sociales escucharían más tarde las palabras de Kicillof. “Hay que hablar de la consolidación y el volumen de un movimiento que empieza a trabajar, que genera condiciones y a partir de propuestas puede volver a enamorar a toda la población bonaerense primero, y seguramente argentina después”, expresó en ese sentido Héctor Daer. El titular de la CGT agregó, en referencia a la interna, que “el peronismo es un movimiento y su unidad debe reflejar a todos los sectores, y ser la síntesis de un proceso político. Axel Kicillof es el gobernador más importante que tiene el peronismo, es el piso del peronismo”.
El respaldo a Kicillof por parte del movimiento obrero organizado quedó expresado también en las palabras del líder de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quien afirmó a este medio que el gobernador bonaerense “significa la esperanza, es quien sobrevivió al naufragio electoral, le ganó tres veces a La Libertad Avanza, y el que va a unir a torno a su propuesta al campo popular”.

También dentro de uno de los ejes centrales del planteo del MDF, quien se refirió a la jornada fue el ministro Walter Correa, que destacó “una convocatoria con mucha alegría y esperanza, porque hablar de producción y trabajo en este contexto es para tenerlo muy presente y se logra porque tenemos la decisión política del gobernador de que no se despidiera a un solo trabajador”. Sin esquivar el debate interno en el peronismo, Correa agregó “estamos convocando a la unidad para enfrentar a Milei, una unidad donde tenga centralidad quien ganó las últimas dos elecciones. Lo dice la realidad y el mandato popular, el gobernador avalado por el voto de los bonaerenses es sin dudas el que tiene que conducir”.
La cuestión de la unidad del peronismo sobrevoló toda la jornada. El diputado provincial y ex intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti, dijo en ese sentido que “lo más importante es que se logre una convocatoria que logre la unidad del pueblo, el pueblo es el que va a salvar al pueblo. Y esa convocatoria debe ser amplia, que interprete las necesidades y la vocación de todos los argentinos, porqué así le va a marcar el ritmo a la unidad política”. Pulti agregó que “es indudable que el gobernador está liderando esa unidad, él nunca hizo un planteo de exclusión, su gestión da testimonio de la necesidad de construir una alternativa amplia, plural, múltiple, diversa, que interpreta a todos los sectores sociales independientemente de su pertenencia política. Porque lo que está en juegos la continuidad de la nación, Milei quiere que seamos un territorio sin normas entregado a los mercados”.
El intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, expresó por su parte que “lo que dice Axel es ampliar, trabajar, no estamos en contra de nadie sino a favor del Gobierno de la provincia y del gobernador, y lo importante acá es sumar contra un Gobierno nacional que está haciendo desastres en todas las áreas”. Consultado por la posibilidad de que el peronismo llegue o no unido a las urnas, Barrera completó: “vamos a hacer lo posible porque haya lista de unidad, todos ponemos nuestra mejor voluntad para que así suceda”.
“Kicillof tiene una extensa trayectoria como hombre público, pero fundamentalmente hay que mirar lo que hizo estos seis años de gobierno en la PBA”, afirmó el Director General de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni. Particularmente en materia educativa, Sileoni destacó las “260 escuelas, paritarias, que marcan un camino completamente inverso al camino de desvínculo y crueldad del Gobierno nacional”.
Desde el mundo de los movimientos sociales, el líder de Barrios de Pie y Subsecretario de Economía Popular, Daniel Menéndez, marcó el espíritu del lanzamiento del MDF en “la convocatoria a construir la Argentina del futuro y dar la pelea frente a este Gobierno inhumano”. Menéndez agregó que “la discusión no tiene que ver con una falsa unidad sino con volver a enamorar a nuestro pueblo, y ahí hay una clara referencia en Axel de cara al futuro, tenemos que encolumnarnos y animarnos a dar las discusiones necesarias. Hoy el debate es construir lo nuevo que tiene que emerger, y eso es Axel”.

LA INTERNA INELUDIBLE
“A mí me hubiera gustado ser corresponsal de guerra”, expresó entre risas una asistente al plenario, en medio de una charla sobre periodismo de camino a la entrada del camping de UPCN. El comentario no pasó desapercibido para una militante que se había acercado desde el municipio de Ezeiza, gobernado por Gastón Granados, uno de los jefes comunales alineados con Máximo Kirchner. “Bueno, acá estás en medio de una, es Cristina o nosotros”, sentenció, sin ser parte del grupo que caminaba pero sintiéndose habilitada a meterse en la charla por la ineludible presencia de la interna en cada conversación entre peronistas, al menos en los últimos meses.
La escena, tan casual como lógica por el contexto en el que sucedió, pinta la situación que atraviesa hoy el peronismo en todos sus niveles, desde las máximas dirigencias hasta la última de las bases. A pesar que desde la mesa chica del gobernador intentaron correr a la interna del centro de la jornada, la disputa entre el kicillofismo y el cristinismo sobrevoló toda la actividad del sábado platense.
Uno de los que jugó fuerte en ese plano fue Jorge Ferraresi, tal vez el miembro del MDF más apuntado por La Cámpora y las filas cristinistas. El intendente mandó a copar toda la entrada al camping con pasacalles de su agrupación, La Eva Perón, en los que se refería a municipios gobernados por la organización de Máximo Kirchner o aliados, junto a la consigna “con Axel”. A esos ejemplos de distritos como Quilmes, Lanús, Lomas de Zamora o San Vicente, se sumaron también otros carteles en los que directamente aparecían los opositores en esos municipios a los intendentes camporistas, como el caso de Belén Berrueco en Lanús, o Gabriel Berrozpe en Quilmes.
“Cristina completó un ciclo y el problema que tienen ellos es que no tienen otro candidato que sea potente. Hace un mes y pico todo el mundo hablaba de Cristina candidata en la Tercera, pensaron que Axel iba a retroceder con el desdoblamiento, y ahora ya ni presionan con eso”, expresó a Diagonales un importante dirigente bonaerense a la salida de una de las comisiones de discusión. “La quieren seguir empujando a que sea ella la que condicione a Axel porque ven que no tienen otra cosa”, agregó. El comentario vino aparejado con una mención con cierta sorna a la actividad que Máximo Kirchner desarrollaba en paralelo al plenario del MDF junto a Mariel Fernández en Moreno.
“Ellos están jugando a perder y echarle la culpa a Axel. Lo cual es ridículo, porque el PJ no gana una legislativa en la PBA hace 20 años”, expresó otra fuente bonaerense con un lugar de relevancia en el armado del MDF. “Pero no hay que desesperarse, porque se puede terminar encausando en una semana después de meses de tensiones y no será la primera vez que pase”, agregó inmediatamente en una muestra cabal de la ambivalente situación que cruza hoy por hoy al peronismo bonaerense.

LA FUNDACIÓN
“Estamos en una línea de largada, en un momento fundacional: hoy nos ponemos en movimiento y cada vez somos más”. Así arrancó su discurso Axel Kicillof, apenas pasadas las 15, con una hora de atraso, y luego de agradecer a los intendentes, las centrales obreras, las organizaciones sociales y políticas y a las “cuadras y cuadras de compañeros” que aún estaban por fuera del acto de cierre.
El gobernador bonaerense recorrió durante casi 50 minutos un antagonismo que ya se volvió su principal bandera: la oposición entre el modelo de gestión del Gobierno nacional y el modelo de gestión bonaerense. La economía, la educación, la soberanía, los derechos humanos, el trabajo y la producción, la deuda y la especulación financiera, la crueldad, el federalismo fueron ejes sobre los que Kicillof trazó la oposición entre el “Gobierno desertor” de Milei y Estado presente de la PBA. “La casta festeja, brinda, lo aplaude a Milei, mientras el pueblo sufre”, sintetizó.
Pero lo novedoso y más distintivo de las palabras del gobernador en la tarde del sábado fue la propuesta política que expresó sin ambigüedades. “Lo que necesitábamos era un movimiento con los brazos abiertos: nace hoy el Movimiento Derecho al Futuro. Y como decía el general: el movimiento jamás fue excluyente, jamás fue sectario. Es una forma de contribuir, de organizarnos, de volver a escuchar, a conectar con las necesidades de nuestra gente. Es un movimiento que respeta la diversidad y la identidad de cada sector. Nace de abajo para arriba, con todos los sectores y promoviendo la participación”, afirmó dándole contorno a la nueva identidad que plantó en el mapa político argentino.
Frente a la amenaza de Milei, Kicillof combinó amplitud y anclajes programáticos para lanzar su alternativa: “Si Milei gana va a acelerar. Lo que está en juego acá es que la motosierra no cruce la General Paz, que no entre a la Provincia de Buenos Aires. Por eso convocamos a todos los sectores a formar un gran frente bonaerense por la salud, la educación, la seguridad, la producción y el trabajo. Un frente de la provincia para la provincia. Tenemos que sumar a todos para decirle a la historia que por acá no pasó la motosierra, que acá hay otro camino”.
En un gesto que apuntó a tender puentes con CFK, el gobernador bonaerense volvió a mencionarla en su discurso como víctima de una persecución judicial, afirmando que buscan condenarla “sin pruebas” para “disciplinar a los que luchan y representan”. En la única referencia que hizo a la interna del peronismo, Kicillof expresó que “la discusión no es un lugar en las listas, es un lugar en la historia”, para lo cual convocó a defender a los intendentes y al Gobierno provincial.

Con esas banderas nació formalmente el kicillofismo, una tarde de otoño en la capital bonaerense. Su llamado a la amplitud para convocar y representar a la mayor cantidad posible de sectores sociales agredidos por Milei, deberá pasar primero la prueba de la construcción de consensos y acuerdos al interior del peronismo, y luego el examen electoral de las urnas. Lo que quedó claro este sábado en La Plata es que, llegue donde llegue, hay un nuevo actor dentro del campo popular argentino, con una identidad en construcción pero también con definiciones tomadas. Y que no podrá ser ignorado ni reducido fácilmente en sus aspiraciones por ocupar un lugar de protagonismo en las decisiones que busquen representar los intereses de las mayorías.