Mientras el secretario de Turismo busca cambiar las mediciones para que se note menos el éxodo de divisas por turismo al exterior, el gobierno bonaerense hace un reclamo terrenal: exige que Javier Milei reponga el fin de semana largo del 12 de octubre para que haya 500 mil turistas más viajando a destinos de la Provincia.
El Gobierno de la provincia de Buenos Aires, a través del Ministerio de Producción, busca que la administración libertaria dé el brazo a torcer y reponga el fin de semana largo del 12 de octubre, una fecha que consideran “vital” para la economía de los distritos turísticos. Por eso, ahora encaró las exigencias a través del Congreso de la Nación.
La subsecretaria de Turismo, Soledad Martínez, se presentó ante la comisión homónima de la Cámara de Diputados de la Nación, donde se debate un proyecto para modificar el artículo 7 de la Ley 27.399, sobre feriados en fines de semanas largos para promover la actividad turística. En ese plan también incluyó al intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, uno de los principales impulsores del retorno del feriado.
“El turismo es una actividad transversal, es una de las actividades más federales porque todas las provincias tienen turismo. El fin de semana largo de octubre es el segundo después del de Carnaval en impacto económico en la provincia de Buenos Aires”, sostuvo la funcionaria de Axel Kicillof ante legisladores nacionales.
La presentación en el Congreso se da en medio de un debate en el que la gestión libertario busca modificar la manera en que se presentan los números de ingresos y egresos de divisas por turismo al país. Según destaca el titular del CEPA, Hernán Letcher, en abril la balanza turística fue negativa por 862,3 millones de dólares siendo que el turismo emisivo se incrementó 24 por ciento interanualmente, fue 66 por ciento contra abril 2024.
«Se está trabajando en sincerar el real consumo del ingreso que genera el turismo receptivo», anunció el secretario de Turismo, Daniel Scioli, que afirmó que «a partir de julio, esta balanza tendrá más claridad y los números del turismo no incluirán conceptos que distorsionan los números reales», como las suscripciones a plataformas digitales como Amazon, Netflix o Spotify.
Sucede que el impacto de la caída de la actividad turística en los destinos nacionales es otro de los puntos en los que los efectos de la política nacional que se refleja en los dos extremos de la pirámide económica. Por un lado, la baja de ingresos impide que los sectores más golpeados por la crisis puedan destinar dinero al descanso y la recreación. Por el otro, el precio del dólar pisado que permite que los argentinos con ahorros o ingresos suficientes elijan destinos internacionales, por ser más baratos que los argentinos.
Sobre este último punto, el reportaje del lunes último, cuando el periodista Gustavo Sylvestre afirmó que se van más dólares por turismo al exterior que los que ingresan por Vaca Muerta, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner asintió: «Absolutamente».
A pesar de todo ese debate, desde la provincia creen que hay que impulsar la actividad en el país, que el año pasado ya tuvo una merma de casi 300 mil millones de pesos en relación a 2023. Esa es una de las razones por la que la Provincia le reclamó Scioli, que se revea la decisión porque el fin de semana del 12 de octubre “es la preparación de la temporada de verano”.
La titular de Turismo provincial refirió que ese es el fin de semana donde la provincia tiene mayor cantidad de fiestas populares en los diversos municipios, lo que impacta en la economía no solo del sector gastronómico y hotelero, sino en todos los locales de la región, desde almacenes hasta gomerías y lavaderos. “Pedimos que insistan ante el Consejo Federal del Turismo, pero por condicionamientos políticos entiendo que nadie alza la voz como lo hacemos nosotros”, disparó Martínez.
Luego, advirtió que en solo diez días habrá feriado un lunes y un viernes, por lo que adelantó que “la gente se va a ir al exterior y no solo pierde la provincia de Buenos Aires, sino la Patagonia y cualquier otro destino del país”. “No es solo la pérdida de la industria, sino de las actividades que nos vuelven soberanos frente al mundo, nos empobrece a todos”, cerró.
A su turno, el intendente de Villa Gesell expuso ante los legisladores nacionales y resaltó que la comuna, cuya principal actividad económica es la del turismo, tiene capacidad para recibir a 200 mil personas por día, lo que convierte a la localidad costera como el tercer destino del país. “Nuestra temporada baja está muy relacionada con las fiestas. La fiesta del 12 de octubre -de la Diversidad Cultural- es fundacional, todos sabemos que de ahí en adelante comienza nuestra temporada. La fiesta está acompañada por food trucks, artesanos, artistas y cada uno de ellos ya está pensando en la próxima temporada”, valoró el alcalde.
El evento, que ya va por su edición número 44, recibe entre 50 y 80 mil turistas por año, representando unos 10 mil millones de pesos, fundamental para la economía del distrito.
“Es necesario rever esta postura y que no se junten los feriados, que sean establecidos de modo que le sirva a los destinos. Estamos viviendo una crisis en el sector turístico”, lamentó el jefe comunal, quien subrayó que 6 millones de argentinos viajaron al exterior en el primer cuatrimestre, lo que equivale a tres temporadas de su ciudad.
En esa línea, enfatizó que es un sector “donde rápidamente se manifiesta si se está bien o mal, porque cierran comercios” y recordó que en Villa Gesell no hay grandes empresas, sino que son todas pymes, donde el dueño trabaja junto al contratado y son ellos los primeros afectados al momento de encarar despidos.
“Mar del Plata también está siendo muy afectada, han reducido en un 70 por ciento la actividad de los gastronómicos. Si no nos preparamos para la temporada, va a ser aún peor”, alertó Barrera. “La actividad económica bajó sustancialmente. En estos meses el municipio perdió 800 millones de pesos, es dinero que no se produce y no circula en nuestra ciudad. Espero que se revea la definición sobre el fin de semana del 12 de octubre”, postuló.

Cuánto pierde la provincia sin feriados
Tal como señalaron la funcionaria y el intendente en la comisión del Congreso, el impacto de cada fin de semana largo en la economía bonaerense es central. Por caso, según los datos de la Provincia a los que tuvo acceso un portal de noticias, solo en los fines de semana largos de octubre de los últimos 4 años, la Provincia recibió en promedio 545 mil turistas y tuvo un impacto económico promedio de 104 mil millones de pesos a valores de abril de 2025.
En proyección, el impacto esperado para 2025 es que convocaría un 12 por ciento más de turistas de fines de semana y 10 puntos porcentuales más del impacto económico sobre los fines de semana del año si se repone el fin de semana largo en 2025.
En la comparativa entre 2024 y 2023, los datos del Ministerio de Producción marcan que cayó en un 29 por ciento la cantidad de turistas que viajaron por fin de semana largo; y un 27 por ciento el impacto económico.
Aún teniendo más “findes” largos este 2025, no se llegaría a recuperar los niveles de 2023, por lo que también se considera “clave” devolver el de octubre.
Por eso los expertos del área consideran que, con los últimos datos disponibles y tomando la tendencia de los fines de semana largos que ya sucedieron, no tenerlo podría implicar una pérdida de 70 mil millones de pesos, una cifra que en un contexto como el actual no sería hábil perder.
El último fin de semana largo fue el del 1 de mayo, Día del Trabajador, que según el Ministerio de Producción tuvo dos particularidades: la primera es que, a diferencia del 2023 contó con un día no laborable, por lo que se extendió cuatro días; la segunda fue que hubo condiciones climáticas favorables para la época, lo que alentó los viajes de último momento.
En esa oportunidad hubo 348 mil turistas, un 38,2 por ciento más que el 2023 y una ocupación hotelera cercana al 50 por ciento. Por eso señalan que el resultado fue un impacto económico 60 por ciento más alto que en 2023 y, si se lo compara con el 2018, último año en que también tuvo cuatro días, la cantidad de turistas creció casi 5 puntos y el impacto económico creció 24 por ciento en términos reales.
Las alarmas en la Provincia se encienden al analizar los datos que arrojó la temporada de verano que pasó, que, según consideran “profundizó el escenario de retracción del turismo y distribución regresiva del gasto, a lo que se suma la destrucción del turismo doméstico”.
“El turismo en la Provincia de Buenos Aires afrontó una temporada de enormes desafíos, resultado esperable luego de un año de gestión de un gobierno nacional que se enfocó en desregular la actividad y generar las condiciones para favorecer el turismo emisivo”, concluyeron desde la cartera de Producción.
Por eso cuestionaron que la temporada haya cerrado con un resultado “lamentable”, dado que hubo menos turistas, menos gasto, menos estadías y ocupación hotelera con pérdida significativa de rentabilidad para los hoteleros.
Eso generó un combo explosivo que “llevó al desastre tan temido” para el Gobierno bonaerense, que fue un impacto económico con caída del 21,9 por ciento, lo que hizo que aquellos sectores atravesados por el turismo tuvieran casi un 22 por ciento menos de ingresos en sus bolsillos para afrontar el año.