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Cuántas empresas existen hoy en la Argentina y cuántas había en 2013, el año en que se alcanzó el máximo registro. Cuántas empresas existen hoy en la Argentina y cuántas había en 2013, el año en que se alcanzó el máximo registro.

La Argentina cuenta hoy con 554.600 empresas formales, entendidas como unidades productivas registradas que emplean al menos a una persona asalariada. El dato representa una caída cercana al 9% respecto del pico alcanzado en 2013, cuando el país llegó a tener unas 610.000 firmas en actividad, según un informe elaborado por Fundar.

La pérdida de más de 55.000 empresas en doce años no es un hecho menor: refleja con crudeza el estancamiento de la economía argentina, atravesada por crisis recurrentes, alta inflación y recesión. La dinámica empresarial en el país ha estado históricamente atada a los ciclos macroeconómicos. De hecho, desde la década del noventa se pueden identificar seis grandes etapas que explican los vaivenes en la cantidad de compañías activas.

Entre 1996 y 1998, destaca el estudio, la estabilidad del modelo de Convertibilidad promovió un incremento sostenido en la creación de empresas. Pero la crisis de 1998-2002 provocó un cierre masivo: más de 50.000 compañías dejaron de operar en apenas cuatro años.

Con la salida de la Convertibilidad y el repunte del consumo y la producción, el país vivió una recuperación intensa: entre 2002 y 2011 se sumaron más de 230.000 empresas, pasando de 376.000 a 607.000 en menos de una década. Fue el período de mayor expansión empresarial desde que hay registros.

La etapa siguiente, entre 2011 y 2017, estuvo marcada por una relativa estabilidad: no se crearon muchas empresas nuevas, pero tampoco se destruyeron en gran número. Eso cambió a partir de 2018. La recesión de ese año, agravada por la pandemia de 2020, implicó la pérdida de más de 50.000 firmas en tres años.

En 2022 y 2023 hubo una recuperación moderada, con la creación de unas 17.000 empresas. Sin embargo, la recesión de 2024 revirtió casi todo ese avance. Se estima que unas 15.000 unidades productivas cerraron sus puertas en lo que va del año.

Fuerte concentración geográfica
La geografía empresarial argentina es profundamente desigual. Cuatro jurisdicciones —Buenos Aires, CABA, Córdoba y Santa Fe— concentran el 72% del total de empresas del país. Solo Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires explican más del 50%. Esta distribución responde, en parte, a la densidad poblacional, pero también a la riqueza relativa de cada región.

Un dato que ilustra esta dinámica es que CABA, siendo la cuarta jurisdicción más poblada, aparece segunda en cantidad de empresas. Su alto producto per cápita le permite tener un entramado empresarial más robusto. En el otro extremo, Formosa —una de las provincias más pobres del país— ocupa el puesto 23 en cantidad de empresas, a pesar de tener una población mayor que varias otras provincias con más firmas.

Densidad empresarial: un termómetro del desarrollo
Para medir el desarrollo productivo de una región, más que observar la cantidad total de empresas, conviene mirar la densidad empresarial, es decir, cuántas empresas existen cada 1.000 habitantes.

Este indicador permite ver con mayor claridad las oportunidades de empleo formal en cada distrito. Y muestra brechas profundas. Mientras la Ciudad de Buenos Aires lidera con 43,1 empresas por cada 1.000 habitantes, Formosa tiene apenas 4,5. La Pampa, con 18,7, también aparece bien posicionada, en parte por su importante entramado agropecuario.

La provincia de Buenos Aires, si bien es la que más empresas concentra en números absolutos, está en el puesto 12 en densidad. Esto se explica por su gran población: tiene el 31% de las empresas, pero representa el 38% de los habitantes del país.

Las provincias del Norte Grande —Formosa, Santiago del Estero, Jujuy, Chaco y otras— se ubican en los últimos lugares del ranking. En casi todas ellas hay menos de 10 empresas por cada 1.000 habitantes, lo que evidencia el bajo nivel de desarrollo productivo en la región.

Las diferencias no solo existen entre provincias. También se replican al interior de cada jurisdicción. En CABA, por ejemplo, las comunas del norte y el microcentro tienen mucha más actividad empresarial que las del sur. En la provincia de Buenos Aires, la densidad empresarial es mayor en el interior que en el conurbano. En Córdoba y Santa Fe, predomina en el este y el centro-sur, respectivamente.

Este patrón se repite en buena parte del país: las zonas con más infraestructura, educación y conectividad suelen concentrar más actividad privada.

Más empresas, menos pobreza estructural
El informe también destaca una correlación directa entre el desarrollo empresarial y el desarrollo social. Allí donde hay más empresas por habitante, hay menos hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI), un indicador que mide carencias como viviendas precarias, hacinamiento, falta de baño o baja escolaridad.

CABA, La Pampa, Córdoba y Santa Fe no solo lideran en densidad empresarial, sino que son las únicas provincias donde menos del 5% de los hogares tiene NBI. En cambio, las provincias del Norte Grande presentan los niveles más altos de pobreza estructural del país y, al mismo tiempo, las menores tasas de densidad empresarial.

La excepción a esta regla es Tierra del Fuego: tiene un entramado empresarial relativamente denso, pero también altos niveles de NBI. Esto se explica por el fuerte crecimiento poblacional de las últimas décadas, producto de migraciones internas que no siempre estuvieron acompañadas por inversiones en infraestructura y servicios públicos.

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